High Fidelity fue una de esas comedias de las que te sorprenden, de las que nunca ibas a imaginar su genialidad hasta que verdaderamente la vieras. Un John Cusack dirigiéndose al público todo el tiempo, los Top Five, los dos locos de la tienda, los ladroncitos, las ex. Una especie de “Los fantasmas de Scrooge” pero en tono musical. Una historia sobre los imperfectos, sobre los que dudan, sobre los que sienten que son demasiado diferentes como para disfrutar los triunfos, en una película llena de imperfecciones milimétricamente pensadas. Excelente música, actuaciones igual de buenas y con una línea directa a la intimidad de Rob Gordon, dueño de una tienda de música retro y poseedor de múltiples desilusiones que cataloga meticulosamente en su “Top Five” personal hasta que finalmente decide. Magistral trabajo de Frears en una película especial para aquellos rotos, maltrechos y que sienten que no cuajan. La verdad es que si cuajan, solo que simplemente todavía no se han dado cuenta. ¿Cuál es el TOP FIVE de tu vida?
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